miércoles, 8 de abril de 2009

Para orar en Semana Santa con María y como María, la Madre del Ajusticiado, la Madre del Salvador.

PREÁMBULO: "STABAT MATER" "Stabat mater dolorosa,juxta crucem lacrimosa" Estaba la Dolorosa,junto al leño de la Cruz.¡Qué alta palabra de luz!¡Qué manera tan graciosade enseñarnos la preciosalección del callar doliente!Tronaba el cielo rugiente.La tierra se estremecía.Bramaba el agua... Maríaestaba, sencillamente. COMPOSICIÓN DEL LUGAR Palidecidas las rosasde tus labios angustiados;mustios los lirios moradosde tus mejillas llorosas;recordando las gozosashoras idas de Belén,sin consuelo ya y sin bienque tus soledades llene...¡Miradla por donde viene,hijas de Jerusalén! MEDITACIÓN Virgen de la Soledad:rendido de gozos vanos,en las rosas de tus manosse ha muerto mi voluntad. Cruzadas con humildaden tu pecho sin aliento, la mañana del portento,tus manos fueron, Señora,la primer cruz redentora:la cruz del sometimiento. Como tú te sometiste,someterme yo querría:para ir haciendo mi víacon claro sol o noche triste.Ejemplo santo nos distecuando, en la tarde deicida,tu soledad doloridapor los senderos mostrabas:tocas de luto llevabas,ojos de paloma herida.La fruta de nuestro Bienfue de tu llanto regada:refugio fueron y almohadatus rodillas, de su sien.Otra vez, como en Belén,tu falda cuna le hacía,y sobre El tu amor volvíaa las angustias primeras...Señora: si tú quisierascontigo lo lloraría. COLOQUIO Por tu dolor sin testigos,por tu llanto sin piedades,Maestra de soledades,enséñame a estar contigo.Que al quedarte tú conmigopartido ya de tu verael Hijo que en la maderade la Santa Cruz dejaste,yo sé que en ti lo encontrastede una segunda manera. Yo en mi alma, Madre, lavadade las bajas suciedades,a fuerza de soledades,le estoy haciendo morada.Prendida tengo y colgadaya mi cámara de flores.Y a husmear por los alcorespor si llega el peregrinohe soltado en mi caminomis cinco perros mejores.Quiero yo que el alma mía,tenga, de sí vaciada,su soledad preparadapara la gran compañía. Con una nueva paz y alegríaquiero, por amor, tenerla vida muerta al placery muerta al mundo, de suerteque cuando venga la muertele quede poco que hacer. ORACIÓN FINAL Pero en tanto que El asoma,Señora, por las calladas,-¡por tus tocas enlutadasy tus ojos de paloma!-recibe mi angustia y tomaen tus manos mi ansiedad.Y séame, por piedad,Señora del mayor duelo,tu soledad sin consueloconsuelo en mi soledad
POEMA-ORACIÓN ANTE EL DOLOR Y LA SOLEDAD DE MARÍAQUE SOSTIENE EN SUS BRAZOS EL CUERPO MUERTO DE SU HIJO JESÚS Señora:Como una primavera de puñalesmiro tu corazón que pardadea,al pie del árbol, sangre.Tu soledad sin horizonte alcanzala original potencia elemental,y el pálido perfil que perece en tu mantome seca la garganta con el llanto olvidadoen la mitad del desierto.Sin una lágrima, sin un sollozo, sin una sombra,tu rostro hecho de espinas y de clavosme mira al pie de tus pies apagados.Soy el eco de tu soledad, Señora,Reina de reina de las soledades.Yo te acompaño en este no decir nada.Yo te acompaño en esta sangre santa.Yo te acompaño en este fruto quieto.Yo te acompaño allá muy hondo,en tu virginal sabiduría.Estamos solos en medio de mundodivinamente misterio y terrible,Reina de reinas de soledades. EN TUS MANOS A la soledad de María Déjame, Soledad, que te acompañe,pues grande, más que el mar, es tu quebranto.Deja que la amargura de tu llanto con mis manos la achique y la empañe.Déjame, Soledad, que tu agoníasea yo quien la viva y la padezca,que, junto a ti, mi soledad merezcael dulce alivio de tu compañíaRecuerda, Soledad de soledades,que fuiste confiada a mi cuidadopor tu Hijo en el trance de su muerte.Él me fió también a tus bondades.Toma mis manos, Soledad doliente.Yo, me quedo en las tuyas cobijado. (1) Los cinco primeros versos que se ofrecen a continuación son de José María Pemán, en su obra "Poesía Sacra", reeditados por EDIBESA en el libro "La pasión según Pemán". El autor del sexto poema es Carlos Pellicer y el séptimo es del historiador Joaquín Luis Ortega

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