SECUENCIA
La Madre piadosa estaba ¡Oh cuan triste y afligida
junto a la cruz, y lloraba estaba la Madre herida,
mientras el Hijo pendia; de tantos tormentos llena,
cuya alma triste y llorosa, cuando triste contemplaba
traspasada y dolorosa, y dolorosa miraba
fiero cuchillo tenia. del Hijo amado la pena!
¿Y cual hombre no llorara Hazme contigo llorar
si a la Madre contemplara y de veras lastimar
de Cristo en tanto dolor? de sus penas mientras vivo;
¿Y quien no se entristeciera, porque acompanar deseo
Madre piadosa, si os viera en la cruz, donde lo veo,
sujeta a tanto rigor? tu corazon compasivo.
Por los pecados del mundo, ¡ Virgen de virgenes santas!,
vio a Jesus en tan profundo llore ya con ansias tantas
tormento la dulce Madre. que el llanto dulce me sea;
Vio morir al Hijo amado porque su pasion y muerte
que rindio desamparado tenga en mi alma de suerte
el espiritu a su Padre. Que siempre sus penas vea.
¡Oh dulce fuente de amor!, Haz que su cruz me enamore
hazme sentir tu dolor y que en ella viva y more
para que llore contigo. De mi fe y amor indicio;
y que, por mi Cristo amado, porque me inflame y encienda
mi corazon abrasado y contigo me defienda
mas viva en El que conmigo. en el dia del juicio.
Y, porque a amarlo me anime Haz que me ampare la muerte
en mi corazon imprime de Cristo, cuando en tan fuerte
las llagas que tuvo en si. trance, vida y alma esten;
Y de tu Hijo, Senora, porque, cuando quede en calma
divide conmigo ahora el cuerpo, vaya mi alma
las que padecio por mi. a su eterna gloria. Amen.
lunes, 14 de septiembre de 2009
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